EL DUENDE Y SU CHOZO

Érase una vez un duende que vivía en un chozo de Villarta. Un día una pastora se acercó y le dijo: vamos a demoler el chozo, para que mi ganado coma. El duende enfadado contestó: no podéis demoler mi casa; el ganado puede comer en otro lado.

Así es que el duende llamó a los pitufos y a la Pitufina.Y la pastora llama a Gargamel que trae su gato, para ayudarle a  destruir el chozo, y trae el gato porque a la Pitufina le dan alergia los gatos. Después de la llegada de los pitufos se encadenaron los cien pitufos y la Pitufina al chozo. A la Pitufina le tocó de la mano con el duende y de ahí surgió el amor. Pero al papa pitufo no le hizo ni un pelo de gracia, ya que pensaba  que el duende era una mala influencia para su hija. Después de un rato Gargamel se fue a hacer pociones en su caldero mágico de oro. Los pitufos y la pitufina al ver que Gargamel no estaba, se desencadenaron y se fueron. Por supuesto, el duende y la Pitufina juntos. El duende y Pitufina se apoyaron en una casa que resultó ser la de Gargamel. Entonces salió de aquella casa  con las pociones y se le cae encima de la Pitufina .

A continuación el duende coge a la Pitufina convertida en Blenio de Río y la lleva con él  al poblado pitufo. Entonces aparecen muchas ovejas, la pastora y el gato de Gargamel. Todos los pitufos corren deprisa hasta el río más cercano. En el mismo instante en el que el pez toca el agua se hace gigant. Los pitufos se montaron y salieron de ahí nadando, hasta que se alejaron tanto que nunca los volvieron a ver más.